Pongamos la historia sobre la balanza: el gol de Eladio Rojas en el mundial de 1962 ayudó a conseguir un histórico tercer puesto, participación exuberante del dueño de casa. Gol que se puede volver a revivir a través de YouTube: antiguo. En blanco y negro, con interferencia visual debido a la vieja producción. La victoria ante España es superior: eliminar al campeón del mundo en curso en el estadio maracaná no tiene precedente, es sublime. Los goles recorren velozmente la web: pletórico de blanco en la cancha y de rojo en las tribunas. La máquina del pelado comenzó a encender, afortunadamente, aun no se ve la mejor versión.
Las
comparaciones son odiosas, desafortunadas y, en este caso, los contextos son incomparables
y cada encuentro tiene su historia, por lo cual, no continuare fijando la
atención en dos goles para descubrir sus relaciones o estimar sus diferencias o
semejanzas. Pero ¿qué hizo Chile para que la actuación ante España sea
inolvidable? Vayamos por parte.
El
estadio Maracaná es la cancha de la vergüenza: el 3 de septiembre de 1989,
Roberto cóndor Rojas escribió con su sangre la historia futbolística. Las
narrativas periodísticas han gastado tinta enjuiciando y crucificando a un
arquero que sucumbió por presiones de dirigentes que a través de su mano negra
económica lo sedujeron. La FIFA, sin contemplaciones nos castigó: Chile no pudo
disputar las eliminatorias para Estados Unidos 1994. Y además, fueron
sancionados Sergio Stoppel, entonces presidente de la FFCh (hoy ANFP); Orlando
Aravena, entrenador; Fernando Astengo, defensa; y Daniel Rodríguez, médico. “Me
corté con una gillette y la farsa se descubrió. Fue un corte a mi dignidad”,
explicó el cóndor.
Este
equipo, liderado por Sampaoli, rompió la lógica de un grupo liderado por dos
potencias europeas. España, modificó el juego: a través de su toque corto,
triangulaciones, movimientos al espacio sin balón cautivó al mundo ganando dos
eurocopas y el último mundial. Por su parte, Holanda, rival que aún no
enfrentamos, lleva ocho goles a favor y dos en contra. Rival aterrador y peligroso,
pero que tiene dos caras: ofensiva y defensiva.
La
victoria se planificó: el cuerpo técnico de la selección persiguió a los
ibéricos hasta el cansancio, inclusive en los partidos preparatorios que
realizaron en Miami, con la intención de buscar un resquicio en la defensiva
española. “La transición ofensiva-defensiva es la debilidad de España”, declaró
antes del partido Sampaoli. De esa manera llegó el primer gol de Chile. Presión
alta del equipo, Alexis recuperó, Vidal condujo con precisión y devolvió para
que el jugador del Barcelona metiera una daga punzante al área. Aránguiz
recibió, sabiendo que su socio Vargas llegaba por su zona de confort: los
cuatro goles que ha marcado a España han sido por el centro del ataque.
Transición veloz. El delantero con gol, volvió a dejar a Casillas de rodillas
implorando clemencia.
España empezó a jugar sin convicción y eso en el fútbol es imperdonable. Debe convivir con un desgaste físico, debido a un calendario europeo exigente y, más importante, luchar con un desgaste mental: cansado de ideas para flanquear la resistencia. Sin hambre de gloria, sólo buscó el error de los zagueros nacionales.
España empezó a jugar sin convicción y eso en el fútbol es imperdonable. Debe convivir con un desgaste físico, debido a un calendario europeo exigente y, más importante, luchar con un desgaste mental: cansado de ideas para flanquear la resistencia. Sin hambre de gloria, sólo buscó el error de los zagueros nacionales.
Chile
aprendió del tres a tres en el metropolitano de Barranquilla. Mostró matices
que la transforman en una selección más coral, conociendo sus limitaciones y
adquiriendo identidad: entendida en cómo manifestarse en diferentes momentos
del partido. Ganando dos a cero Mena pisó el área, tiró un centro rasante, y
por el otro sector apareció Isla que remato desviado. Los dos carrileros o
laterales volantes, llegaron a definir una situación ofensiva con el marcador
en ventaja. La idea no se transa, Chile sigue siendo la selección suicida.
Administraron el balón sin resistencia.
La
victoria marca un antes y un después de nuestra historia, eso es inevitable.
Recuperó 62 balones contra 50, otra característica del equipo. Además, nunca se
perdió en un mundial cuando se anotó el primer gol (9-3-0). Quinta ocasión en
que el campeón defensor no pasa la fase de grupos.
Ahora
viene la ofensiva Holanda. Juzgo que podrán haber cambios de nombres por
diferentes motivos (por ejemplo: Aránguiz por lesión o jugadores con tarjeta
amarilla). Sin embargo, la forma continuara siendo la misma porque el sistema
está por sobre los jugadores. Dejamos de ser aquel equipo simpático que
prometía y no llegaba. Para de una vez por todas, ser protagonista. La historia
la escriben los que ganan, y el miércoles, ganó la única roja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario