“Por tanto os digo: conoce a tu enemigo y conócete a ti
mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu
enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las
mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de
ser derrotado en cada batalla”, dice el indefectible libro: El arte de la
guerra, escrito en la antigua China por el estratega militar, Sun Tzu. Es
considerado un libro de valor incalculable y en la actualidad es de gran influencia
en casi todo el mundo en ámbitos tan dispares como la política, los negocios,
los deportes y la guerra.
“El ánimo es más importante que la realidad material”,
dijo alguna vez el escritor y periodista uruguayo Carlos Maggi. En el año 2010,
adhirió al movimiento Concertación Ciudadana: bipartidismo que se materializó
en una expresión electoral concreta para oponerse al exitoso partido Frente
Amplio, que, por esos momentos, lideraba el carismático José Mujica:
“Montevideo es una ciudad estrictamente futbolera”.
Fue establecida capital nacional en 1828, y rápidamente,
14 equipos de fútbol la poblaron. Diferente a casi todos sus países vecinos, ha
sido dominada totalmente por dos grandes: el Peñarol (ferroviario) y el
Nacional (criollo), repartiéndose el 90 por ciento de los títulos profesionales
desde el nacimiento del torneo rentado en 1932. Oscar Washington Tabárez lleva
nueve años a cargo de la Selección Nacional y conoce como tatuaje en la piel
esta rivalidad: “Los dos equipos grande tienen una historia y un poder de
convocatoria que los hace totalmente diferentes”. Los uruguayos nacen futbolistas, y si no son
futbolistas, se dedican a otra cosa.
“La explicación de por qué somos conocidos en el mundo por
el fútbol te lo denominaría con una sola palabra: milagro, pero no me preguntes
que hay detrás del milagro porque ni yo sé”, reflexionó Sebastián Abreu, ídolo
de Nacional, que lleva 64 partidos jugados, anotando 44 goles y logrando un gol
cada 69 minutos. Goleador de raza.
Tradicionalmente a los hinchas de Nacional los apodan el
bolso, porque antiguamente la camiseta llevaba un bolsillo en la zona del
escudo. Fundado en 1899 es el equipo más ganador de la historia del fútbol
charrúa y cuarenta años después vivió uno de los logros más importantes de su
historia: denominado el quinquenio de oro (campeón entre 39-43). Los albos
ganaron los campeonatos con jerarquía y de manera consecutiva. En 1941 salió
campeón invicto y goleando a Peñarol por seis a cero. Por ese entonces, había
un plantel de lujo: Luis mandrake Castro, Aníbal príncipe Ciocca, Roberto Porta
y Atilio bigote García.
Durante eso cinco años, disputaron 93 partidos: ganaron
77, empataron nueve y perdieron diez, marca que aún no puede ser superada.
Además, tienen el récord de partidos en Copa Libertadores, ganándola los años
1971, 1980 y 1988 (también esos años ganaron la Copa Intercontinental). “El
paladar del hincha de Nacional es fino”, declaraba el centrocampista Santiago
vasco Ostolaza. Del mismo modo, es el único club uruguayo en ganar la Copa
Interamericana y primer campeón de la Recopa Sudamericana en 1989.
“Nacional representa un estilo de vida. Lo llevas siempre,
constantemente, porque estás tomando un café con leche y la taza es de
Nacional. Todo lo que haces durante el día está relacionado con los tres
colores”, contó Abreu. En el año 2013, el club realizó el lanzamiento de la
campaña de socios: el uno más uno, donde los futbolistas –entre ellos el loco y
Álvaro Recoba –del plantel principal se hicieron socios y recibieron a los
hinchas con el fin de aumentar el padrón social. De esta manera los ídolos
renovaron no sólo su carnet vitalicio, sino, también reforzaron la identidad
tricolora. Así, la comisión directiva, encabezada por Eduardo Ache, entendió
que una campaña de marketing asociativa puede generar recursos importantes para
Nacional.
“Este mural es uno de los más preciados para nosotros
–dice el líder del grupo con un pasamontañas –porque nos identifica como la
Costa de Oro y Carbón, y como se puede ver hay unos cuantos chorretes de aceite
quemado, que es otra modalidad de los plumíferos (hinchas del bolso) para
bandalizar los muros. Vienen en motos, paran, bajan dos y en 60 segundos lo
escrachan”. El fútbol es una fantasía, no se puede estar contento donde once
extraños se pasan la pelota, la meten dentro de un arco y uno está feliz. Lo
importante es estar feliz, no cuestionar. Sin embargo, dentro de toda utopía
hay un enemigo, y en el caso de Nacional de Montevideo es Carlos Gardel: “En
Uruguay soy de Peñarol porque es pueblo”.
Excelente Columna , muy similar a lo que paso CC en su peor año o en la Quiebra el Pueblo saco adelante a su equipo y el Pueblo es sinonimo de CC !!!
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