lunes, 24 de marzo de 2014

Dueño del circo

"¿Equilibrio? La gente ya está cansada de hablar de eso, ahora hay que hablar de títulos. Hemos trabajado siete meses para construir una base sólida, una casa. Ahora hay que decorarla", declaraba Carlo Ancelotti el 27 de febrero. “El equipo está perfecto en 2014. Tiene equilibrio. De ahí el récord de siete partidos sin encajar un gol”, dijo tras el triunfo frente al Granada. Pero los especialistas, en Madrid, coinciden que la mayor carencia del equipo, es el equilibrio que ayer nuevamente fue factor.

En la primera apuñalada azulgrana, Gareth Bale le marcó con la mano izquierda a Dani Carvajal que Iniesta trepaba por su sector. Cuando Messi ya tenía el balón, Xavi ocupó el espacio de centro delantero llamando la atención del lateral merengue, dejando un vacío por el sector derecho. El resto es simple: el argentino con tres toques de pelota ya dejó de cara al gol a su compañero que encendió fuego al disparo. Pepe, central del Madrid, levanta los brazos mirando al gales por su falta de equilibrio. Iniesta apunta al protagonista de la historia.    

Si la espalda de Carvajal era un pasillo, la de Dani Alves era un paseo de compras. Barcelona al jugar sin punteros, tenía un retroceso fuerte por el interior, pero débil por las bandas. Di María se desdobló, provocando la trilogía merengue, junto con Marcelo y Cristiano provocaban el tres contra uno. De esa manera llegaron los dos goles del gato Benzema. “Tres balones le ha puesto Di María a Benzema, han sido dos goles y el otro no ha sido de milagro. La espalda de Alves es un pasillo para el argentino que además es muy bueno”, comentaba la televisión española. Quedaba mucho partido y el Madrid arriba tenía dinamita.

Messi apuró el pase por el interior eliminando la segunda línea del Madrid. Descargó con Fábregas que se le devolvió. Se ensució, pero pudo lanzar un pase para que Neymar la perdiera. La pelota, quedó allí, esperando a su dueño, que con dos toques empató el partido. Mientras el quilombo permanecía en el área intentando eliminar  jugadores, él corrió a buscar lo que le pertenecía. Poco le importó que el clan azulgrana fuera en busca de su enemigo más amigo, Pepe. Cuarto gol del partido, segundo del Barcelona.




Un palmo fuera del área. Pero Undiano Mallenco, árbitro del partido, pitaba penal. El siete del Madrid con pierna derecha marcó el quinto gol del partido, tercero del Madrid. De paso aumentó su marca personal de seis penales pateados, todos convertidos.

El dueño de la pelota filtró un pase espectacular entre medio de los centrales madrileños. Precisión quirúrgica. Visión panorámica al servicio del pase, velocidad y colocación integrados contra una defensa que no achicó. Neymar, que marcó la jugada, fue en busca de él, que ya pensaba desplomarse dentro del área. Sintió el mínimo contacto y se lanzó. Error del colegiado. Roja a Ramos, que junto con Di María no podrán jugar frente al Sevilla de visita. In Varane, Out Benzema aplaudido. 

Partido empatado. El Barcelona con superioridad numérica se arrojó de cabeza en busca del triunfo. Martino volvía al ADN barcelonista colocando en cancha a Pedro y Alexis. Iniesta que rozó la perfección, hizo un recorte con el balón cosido al pie. Alonso se lo llevó por delante evidenciando imprudencia. Penal.

Messi frente a frente con su destino, quería ser dueño de la pelota. La clavó, siendo estéril la estirada del verde agua. Con sus tres tantos llegó a 21 goles en un clásico y superó los 18 de Alfredo Di Stéfano, también argentino. Además, con 236 conquistas, es el segundo máximo anotador de la Liga, superando por dos a Hugo Sánchez. Y es el único del Barcelona en meter dos tripletes al Real.

Números colectivos 

En la previa la discusión en Cataluña era la inclusión de Alexis o Pedro por Neymar. Pero Martino se decidió por los “pequeños más Ney”. Fórmula que ha dado éxitos: el asalto al City y el partido de vuelta de los octavos de la Liga de Campeones el DT apostó por la misma alineación de ayer. En el clásico de primera rueda ocurrió lo mismo, pero aquella vez la inclusión del chileno desde la banca destrabó el partido. Contra el Atlético de Madrid  ha disputo tres partidos, todos empates. Siete partidos "grandes" y sin derrotas. El Tata Martino ha salido airoso en los duelos trascendentales disputados hasta la fecha con cuatro victorias y tres empates. El rosarino no conoce la derrota en los partidos marcados con cruz en el calendario y solo la irregularidad ante rivales de menos "caché" le ha complicado la existencia.

En la vereda de al frente el panorama es radicalmente diferente: Los equipos grandes no se le han dado muy bien al Real Madrid esta temporada. El equipo de Carlo Ancelotti sólo ha sumado un punto en los cuatro enfrentamientos ante Barcelona y Atlético de Madrid.

Hay Liga. Martino deberá esperar para que le obsequien un balón, por ahora todos son de Messi. Hay dueño del circo.  



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