"¿Equilibrio?
La gente ya está cansada de hablar de eso, ahora hay que hablar de títulos.
Hemos trabajado siete meses para construir una base sólida, una casa. Ahora hay
que decorarla", declaraba Carlo Ancelotti el 27 de febrero. “El equipo
está perfecto en 2014. Tiene equilibrio. De ahí el récord de siete partidos sin
encajar un gol”, dijo tras el triunfo frente al Granada. Pero los
especialistas, en Madrid, coinciden que la mayor carencia del equipo, es el
equilibrio que ayer nuevamente fue factor.
En
la primera apuñalada azulgrana, Gareth Bale le marcó con la mano izquierda a
Dani Carvajal que Iniesta trepaba por su sector. Cuando Messi ya tenía el
balón, Xavi ocupó el espacio de centro delantero llamando la atención del
lateral merengue, dejando un vacío por el sector derecho. El resto es simple: el argentino con tres toques de pelota ya dejó de cara al gol a su compañero
que encendió fuego al disparo. Pepe, central del Madrid, levanta los brazos mirando
al gales por su falta de equilibrio. Iniesta apunta al protagonista de la historia.
Si
la espalda de Carvajal era un pasillo, la de Dani Alves era un paseo de
compras. Barcelona al jugar sin punteros, tenía un retroceso fuerte por el
interior, pero débil por las bandas. Di María se desdobló, provocando la
trilogía merengue, junto con Marcelo y Cristiano provocaban el tres contra uno.
De esa manera llegaron los dos goles del gato Benzema. “Tres balones le ha
puesto Di María a Benzema, han sido dos goles y el otro no ha sido de milagro.
La espalda de Alves es un pasillo para el argentino que además es muy bueno”,
comentaba la televisión española. Quedaba mucho partido y el Madrid arriba
tenía dinamita.
Messi
apuró el pase por el interior eliminando la segunda línea del Madrid. Descargó
con Fábregas que se le devolvió. Se ensució, pero pudo lanzar un pase para que
Neymar la perdiera. La pelota, quedó allí, esperando a su dueño, que con dos
toques empató el partido. Mientras el quilombo permanecía en el área intentando
eliminar jugadores, él corrió a buscar lo
que le pertenecía. Poco le importó que el clan azulgrana fuera en busca de su
enemigo más amigo, Pepe. Cuarto gol del partido, segundo del Barcelona.
Un
palmo fuera del área. Pero Undiano Mallenco, árbitro del partido, pitaba penal.
El siete del Madrid con pierna derecha marcó el quinto gol del partido, tercero
del Madrid. De paso aumentó su marca personal de seis penales pateados, todos
convertidos.
El
dueño de la pelota filtró un pase espectacular entre medio de los centrales
madrileños. Precisión quirúrgica. Visión panorámica al servicio del pase,
velocidad y colocación integrados contra una defensa que no achicó. Neymar, que
marcó la jugada, fue en busca de él, que ya pensaba desplomarse dentro del área.
Sintió el mínimo contacto y se lanzó. Error del colegiado. Roja a Ramos, que
junto con Di María no podrán jugar frente al Sevilla de visita. In Varane, Out Benzema aplaudido.
Partido
empatado. El Barcelona con superioridad numérica se arrojó de cabeza en busca
del triunfo. Martino volvía al ADN barcelonista colocando en cancha a Pedro y
Alexis. Iniesta que rozó la perfección, hizo un recorte con el balón cosido al
pie. Alonso se lo llevó por delante evidenciando imprudencia. Penal.
Messi
frente a frente con su destino, quería ser dueño de la pelota. La clavó, siendo
estéril la estirada del verde agua. Con sus tres tantos llegó a 21 goles en un
clásico y superó los 18 de Alfredo Di Stéfano, también argentino. Además, con
236 conquistas, es el segundo máximo anotador de la Liga, superando por dos a
Hugo Sánchez. Y es el único del Barcelona en meter dos tripletes al Real.
Números colectivos
En la previa la discusión en Cataluña era la inclusión de Alexis o Pedro por Neymar. Pero Martino se decidió por los “pequeños más Ney”. Fórmula que ha dado éxitos: el asalto al City y el partido de vuelta de los octavos de la Liga de Campeones el DT apostó por la misma alineación de ayer. En el clásico de primera rueda ocurrió lo mismo, pero aquella vez la inclusión del chileno desde la banca destrabó el partido. Contra el Atlético de Madrid ha disputo tres partidos, todos empates. Siete partidos "grandes" y sin derrotas. El Tata Martino ha salido airoso en los duelos trascendentales disputados hasta la fecha con cuatro victorias y tres empates. El rosarino no conoce la derrota en los partidos marcados con cruz en el calendario y solo la irregularidad ante rivales de menos "caché" le ha complicado la existencia.
En
la vereda de al frente el panorama es radicalmente diferente: Los equipos
grandes no se le han dado muy bien al Real Madrid esta temporada. El equipo de
Carlo Ancelotti sólo ha sumado un punto en los cuatro enfrentamientos ante
Barcelona y Atlético de Madrid.
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