domingo, 20 de abril de 2014

Grandes peleas del siglo: Bradley versus Pacquiao II

En los años setenta cuando Chile arrancaba el camino del socialismo pacifico de Salvador Allende, por la televisión se transmitía un programa llamado: “Grandes peleas del siglo”. Protagonistas de elite: Muhammad Ali, Joe Frazier, George Foreman, Sonny Liston, entre otros. La mirada de las adolescentes se las llevaba el controvertido y contestador musulmán. En esa década Bangladés se declaró independiente y hoy se encuentra a 3,342 kilómetros de Filipinas. Años más tarde la música habitó el luto: Jimi Hendrix y Janis Joplin fallecieron por circunstancias de las drogas duras. Pacquiao, actualmente, deambula diferentes programas de televisión interpretando la canción que el mismo escribió y compuso.

El boxeo está de fiesta: el tres de mayo, Floyd Mayweather y chino Maidana unificaran los títulos de pesos welters del CMB (Consejo Mundial de Boxeo) y AMB (Asociación Mundial de Boxeo). En junio el argentino Sergio Martínez defenderá el título de peso mediano del CMB frente al puertorriqueño Miguel Cotto. El sábado pasado 12 de abril Manny Pacquiao ganó el cetro OMB (Organización Mundial de Boxeo) peso wélter frente al estadounidense Timothy Bradley.

En grandes peleas del siglo, la presentación mostraba  a Tevito, personaje mitológico del canal, vestido de pugilista: short y guantes negros. Sus gafas clásicas. Se levantaba, lanzaba un par de jab, fildeo y volvía a sentarse en el banquillo de la esquina.


Misa filipina

Después de que Bradley venciera dudosamente a Pacquiao pensó en suicidarse. “¿Consideré el suicido? Demonios, sí. Estaba pensando que no quería boxear más. Ni siquiera quería vivir más”, declaró el estadounidense. Recibió cartas de odio, llamadas telefónicas de amenazas de muerte, mensajes para menospreciarlo: “Tú no eres el campeón”. Por lo cual, el segundo episodio frente al filipino era la reivindicación frente al clamor popular.

En la otra esquina la atmósfera era confusa: Pacquiao ha reducido ostensiblemente sus ingresos a través de contratos de segunda mano. Freddie Roach, entrenador y amigo, declaró con respecto al retiro: “Si eso sucede (que Bradley gane con claridad) tendremos esa conversación, nos sentaremos a analizarlo, sí... él y yo somos muy cercanos”. 

La encuesta oficial arrojaba un 82 por ciento para Pacquiao. Los dos boxeadores contaban con un sólo nocaut en sus últimas ocho peleas. Bradley, comenzó con convicción, controlando y manteniendo distancia a través del jab. Por su parte, el filipino, destallaba velocidad, entrando y saliendo, movimientos de cintura impedían que una mano lo alcanzara.



El centro del ring pasó a no gravitar en la pelea. Bradley maestro para sembrar la duda trastabillaba tras un golpe del rival, pero de todas maneras tenía dinamita en los guantes. Jack Nicholson sentado en la punta de su butaca disfrutó de la triple conminación de Pacquiao: jab más jab más directo. Sin embargo, Bradley con rápido movimiento de pies esquivo cada suspiro del filipino. Terminó el asalto, el campeón mueve la cabeza de izquierda a derecha, no lo ha tocado. Burlesco.  

Pacquiao de short blanco buscó el ángulo para poder entrar con su guardia mixta. Bradley de short camuflado se defendió con su guardia diestra. Intercambio de golpes. El campeón invitó al retador a pelear, lo alentó, mientras se desplazaba con fiereza. El público se volvió loco en el Mgm de Las Vegas Nevada: Julio Cesar Chávez Jr., boxeador, incrédulo se refriega los ojos, no puede creer lo que ve: estilo despreocupado y sorprende con una derecha. Boom, salpica la transpiración del pacman.

Establecer  el dominio desde el ataque es fundamental para el retador, sigue buscando un resquicio en la humanidad negra. De repente, lo encuentra, martillazo a la cabeza, retrocede el campeón, se arroja encima, golpes a la pared abdominal. Suena la campana, el sobrador campeón no encuentra razón.



Últimos rounds, prevalece el desorden debido a la desgastante físico. Chocan las cabezas. El público estalló: gritó, saltó, ven lo que pagaron para ver. Termina el combate. Disputado, nuevamente nadie sabe con claridad quien puede ser campeón. Bradley no cayó y soporte el huracán filipino, pero no fue suficiente. El retador carismático atizó su venganza feliz.  

Nuevo campeón por decisión unánime: 116-112 / 116-112 / 118-110. Pacquiao llegó al récord de: 56 ganadas (38 por nocaut), 5 derrotas y 2 empates. Bradley sumó su primera derrota: 31 ganadas (12 por nocaut), 1 derrota y 0 empates.

“Pacquiao estuvo impresionante el sábado, pero no fue el peleador que aterrorizó a Óscar de la Hoya, a Ricky Hatton y a Miguel Cotto hace cinco años. Freddie Roach lo aceptó tras la pelea. Utilizó las palabras “muy bien”, para describir el desempeño de Pacquiao y aceptó que Bradley tuvo éxito en el contragolpe”, declaró Michael Rosenthal para the ring. Los pasos a seguir del campeón pueden ser muchos: Bradley III, o la pelea esperada con Mayweather, o pacman versus Márquez 5. Lo concreto es que no hay retiro. Sus ingresos aumentaran por cantar en un estudio de televisión o gracias a la magia negra invocada por su madre. 




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