Camisa
Blanca abierta hasta el pecho. Caminata canchera, transmite seguridad. Cuaderno
de tapa azul en mano derecha. Unos metros más atrás, Leonardo Rodríguez sigue
la sombra del hombre indicado para suceder a Gerardo Pelusso. Baja un par de
escalones, manosea el hombro de un tipo sentado que lo saluda e ingresa a la
reunión junto a su gerente. Leo, sale del despacho, habla por teléfono, no se mueve, se percata
de que lo están grabando, empieza a caminar hasta ocultarse entre las plantas
del lobby del hotel Intercontinental. La negociación debe ser secreta, oculta
bajo siete llaves.
“Una
buena alternativa”, dijo Federico Valdés. El ex presidente de Azul Azul se
mostraba satisfecho después de la reunión: “Lo que necesitamos es un director
técnico que le devuelva la mística a la U”, aclaró. José Yuraszeck, ex
encargado de la comisión de fútbol; con Sabino Aguad, ex gerente deportivo,
eran los encargados de llevar a cabo los acuerdos. El equipo buscaba una
identidad perdida, pero la brújula parecía extraviada marcando dos maneras de
interpretar el fútbol: Jorge Sampaoli y Diego Simeone.
“Simeone es un técnico que está capacitado y
podría ser entrenador de la U ahora, más adelante. Causó grata impresión en
todo el directorio. Queremos un técnico que nos haga salir campeones, que tenga
lo que se necesita para tomar el plantel que tenemos, más algunos refuerzos que
vamos a traer, y que nos haga salir campeones”, señalaba el ex presidente
planteando objetivos claros y ambiciosos. Repitiendo dos veces la palabra
campeones. Finalmente, tomaron la decisión de contratar a Jorge Sampaoli y
tener el ciclo más exitoso de la institución laica. “Tras escuchar los dos
proyectos, finalmente yo voté por Sampaoli, sólo porque me sorprendió el
conocimiento que tenía por el fútbol y cada jugador de la U”, agregó Valdés.
“Diego
se siente identificado con equipos que han sido sufridos, que sientan la
camiseta y que reflejen en la cancha lo que él era como jugador. De Chile
conocía lo normal, como cualquier técnico extranjero y que se informa de todo”,
declaró Rodríguez hace unos días para El Mercurio. Analizando el momento
extraordinario que vive en Europa añadió: “Lo mejor que le pudo haber pasado
fue no llegar a la U”.
Tras
la temporada modesta del entrenador uruguayo: cuarto en el torneo nacional y no
clasificar a Copa Libertadores 2011 llegaba el turno del ex director técnico de
Emelec de Ecuador. Camisa blanca abierta hasta el pecho, mangas remangadas. Más
joven. Pelado. “La U tiene un buen plantel que se acomoda a las exigencias
sistemáticas de nuestra manera de jugar. Necesitamos buscar alternativas en la
posición de enganche, jugamos con un conductor y creemos que es la necesidad
del equipo”, señaló en su presentación.
El padre de la criatura
En
este blog se ha destacado la identidad que posee el Atlético de Madrid. En
Stanford Bridge el “cholismo” dio otra muestra de carácter y demostró que la
identidad está ligada con los momentos del partido. “El Atlético ha controlado
el partido, ha demostrado mucha madurez”, disparó José Mourinho. El partido
comenzó con la traición del hijo prodigo: levantó los brazos pidiendo perdón,
agachó la cabeza, quería cavar un túnel y enterrarse”.
Pregunto
y desde España comentan que una de las claves del éxito es José Luis Pérez
Caminero, director deportivo del club, y encargado de diseñar el plantel: el
nueve es goleador de raza. El marcador de punta izquierdo es de un país con
tradición en laterales. El central es uruguayo que no tiene problema de tirar
la pelota fuera del estadio. El ocho nació en el club y tiene toque de balón
español. El diez tiene magia y rebeldía turca. Además, a mitad de temporada
contrató a Diego (con pasado colchonero) y José Sosa. El club ha reunido
exiliados ídolos y ahora es puro aguante. Caminero también supo jugar en el
Vicente Calderón y dormir en colchones rayados.
El
apodo de colchoneros nace durante la guerra civil, los colchones estaban
recubiertos por una tela con franjas rojas y blancas. “Koke tiene un
crecimiento enorme, cada vez que avanza los partidos grandes es más dueño del
campo y de la pelota. Por su trabajo y humildad se lo merece. Es nuestro,
quiere al club y eso nos pone muy contentos”, dijo el cholo en relación al
mejor jugador de la cancha que a través de un sistema posicional fijo empezó a
controlar el partido apoyado por la presencia física.
Los
medios españoles se desasen por el Atlético. Saben que Simeone creó un equipo
formidable a su imagen y semejanza. Sorprendidos por su capacidad de
convencimiento sobre los jugadores a los que hierve a SMS durante todo el día.
Él sabe que si el mensaje se envía por distintos instrumentos la capacidad de
recepción puede ser mayor. “En el fútbol todo lo que haces, ya pasó. Hay que
pensar siempre siempre en lo que viene”, soltó el padre de la criatura.
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