Arrodillado
frente a su enemigo, mirando el suelo yace Leónidas. Sus espartanos agazapados esperan
su último rugir. A esta raza de guerreros debes matarlos y volver a matarlos.
Gritó “Stelios” –guerrero eficaz y mortal-
desatando el infierno. Caían flechas cortando el aire, pero ellos
seguían de pie. Con sangre en el ojo, tomó impulsó para atacar. Por alguna
extraña fuerza los embistes le pasaban por un costado, intocable,
indestructible. Proyectó la lanza hacia el rey Jerjes, su enemigo, inverosímil
por la resistencia. Frente a sus ojos, la muerte le hizo un guiño y el ataque
rozó su mejilla. La sangre salpicó el trono de oro. Asustado, un mortal había conseguido
sangre del rey.
Según
la revista The Ring, Mayweather es el mejor boxeador libra por libra de la
actualidad gracias a una depurada técnica, desplazamientos constantes arriba
del cuadrilátero y controlar el ritmo de combate a voluntad. En la noche del
sábado lo hizo de nuevo: derrotó sin dudas al valiente Marcos Maidana por
decisión unánime (las tarjetas oficiales fueron: 114-114; 117-111 y 116-112). Pero
“el chino” consiguió lo que ningún otro boxeador pudo hacer en 45 peleas
anteriores: obtener sangre del campeón.
La
táctica de Leónidas Maidana se basó en iniciar desde el centro del ring y emprender
el ataque con el jab, intentar arrinconar, sacarlo de su zona de confort, que
sienta en la espalda las ásperas cuerdas. Una vez entre los guantes y las
cuerdas, lanzar golpes a la banda hepática desgastando físicamente al rival
para evitar los desplazamientos. Es decir, una pelea corta, sobre las cuerdas,
sin salida.
Mayweather
sorprendido por la valentía del rival, empezó a entorpecer el combate. Sacó del
bolsillo el recurso de la artimaña, del codo sobre la cara, del diálogo con el
juez. Estrategia hábil y desgastadora. Entabló una relación molesta, y por
momentos, Maidana cayó en el juego. Debilitado físicamente por su constante
tirar y tirar hacia las puntas y no encontrar nada, se frustró: pegando un
golpe bajo al norteamericano. El argentino conectó 221 de los 858 golpes que
lanzó en toda la noche, mientras Mayweather aterrizó 230 impactos de los 426
que tiró.
Y apareció el mejor campeón: controlando a merced los tiempos del combate. Poniendo en práctica el arte del “no me tocaras”, invisible. Un esgrimista de clase. Sin embargo, el pómulo derecho tenía la marca del golpe que decía: alfajor Guaymallén, que en huarpe significa “tierra de ciénagas, vegas o bañados”.
Y apareció el mejor campeón: controlando a merced los tiempos del combate. Poniendo en práctica el arte del “no me tocaras”, invisible. Un esgrimista de clase. Sin embargo, el pómulo derecho tenía la marca del golpe que decía: alfajor Guaymallén, que en huarpe significa “tierra de ciénagas, vegas o bañados”.
Capeando
al adversario, Mayweather se enfrascó en algunos intercambios con Maidana, que,
según los especialistas, no favorecía al campeón de CMB (Consejo Mundial de
boxeo). Pero el ex campeón de AMB (Asociación Mundial de Boxeo) no pudo
prevalecer esa instancia buscando una mano noqueadora. Por contrario, cuando
apareció la furia cambiando golpe por golpe el súper campeón zafó gracias a su
experiencia y categoría. Lentamente ganaba la batalla psicológica.
Último round: en la esquina azul están sentados y tranquilos, saben que la única forma de perder es caer sobre en el cuadrilátero. En cambio, en la esquina roja, Maidana se encuentra de pie, intentando cambiar el aire; el sudor cae por la cara llegando a la toalla envuelta en el cuello, le tiran agua en la cabeza. Robert García –su entrenador- le grita: “vamos chino con todo”.
Último round: en la esquina azul están sentados y tranquilos, saben que la única forma de perder es caer sobre en el cuadrilátero. En cambio, en la esquina roja, Maidana se encuentra de pie, intentando cambiar el aire; el sudor cae por la cara llegando a la toalla envuelta en el cuello, le tiran agua en la cabeza. Robert García –su entrenador- le grita: “vamos chino con todo”.
Hablar de victoria moral es algo que levanta a los muertos de su tumba, eso es para los optimistas de la derrota. Sin embargo, las credenciales del “chino” permanecen intactas: no fue derribado y sacó sangre al campeón. La revancha parece más cerca que lejos. A Mayweather no hay con que garrote darle. El cono sur, ha visto como caen sus mejores representantes intentando derribar el imperio. Estilista de raza. Aparece y desaparece (como Chris Paul en la publicidad de NBA). Ahora, su logo debe analizar si da la revancha o aparece Pacquiao en su camino.
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